México D.F. a 28 de Julio de 2014.

¿De qué sirve un calendario?

El más reciente post de Anna Fusoni, Tela De Dónde Cortar.


CANAIVE

El jueves es 1ero de agosto, el segundo mes del segundo semestre. Como cada inicio de mes, me toca actualizar el calendario. Fácil y difícil a la vez; quito lo que ya pasó y me avoco a buscar las novedades de los meses a venir.

 

¿A buscar? Las novedades deberían de llegar solas porque, en mi cabecita loca supongo que cualquier persona o empresa que esté organizando un evento de moda, debería estar interesado en figurar en el Calendario de Actividades de Moda que, según las estadísticas de FB, es de lo mas leído de

 

Sin embargo, nada llega a mi correo. ¿Por qué somos así? Secretistas, todo por debajo del agua, todo tan a última hora, tan al “quítate que ahí te voy”, que ni siquiera podemos tener un calendario.

 

Con frecuencia se me pregunta que nos falta para que la moda mexicana alcance a la francesa. Muchas cosas, pero sobre todo ser más como los americanos. En vez de andar suspirando por lo que pasa del otro lado del océano, deberíamos de estarnos fijando en lo que pasa del otro lado del Río Bravo.

 

Empecemos por el calendario. En 1945, Ruth Finley empezó con su Fashion Calendar. Se dedico con paciencia a consignar los eventos de moda  en unas hojas rosas rayadas donde ponía la fecha, el nombre del evento, el lugar y los datos de contacto. Todo con el fin de que hubiera un orden en las actividades de la moda neoyorquina de aquellos tiempos. Me imagino que en un principio, eran un par de hojas.

Ya para los 60s, las hojas rosas del Fashion Calendar eran un fajo de por lo menos 50 hojas a renglón cerrado que se enviaba en mimeógrafo a los suscriptores cada dos semanas. Nadie se atrevía a programar un evento de moda sin consultar el Fashion Calendar.

 

 

45 años después, el Fashion Calendar, ya modernizado acorde a los tiempos, sigue siendo el compas que marca el ritmo de la moda americana y Ruth Finley, ya casi de 90 años, sigue al frente. El Fashion Calendar coordina y pone en orden todas las fechas de la Fashion Week de NY, tomando en cuenta tiempos de traslado, tiempos de modelos, maquillistas, peinadores, para que todo funcione con la mayor holgura posible. Igual que antes, FC sigue siendo rosa y para poder consultarlo hay que suscribirse y para poder incluir un evento, hay que pagar.

 

Los 700 suscriptores pagan $550 USD para la edición impresa, $495 USD para consultarlo en línea durante un año, $150 USD por una sola edición  con acceso total durante 48 horas. $325 USD para que un evento aparezca el calendario.

 

La gran noticia es que el Fashion Calendar ha sido adquirido por la poderosa CFDA (Council of Fashion Designers of America) que preside Diane Von Furstenberg quien comentó: “ El Fashion Calendar ha sido uno de los ejes de nuestra industria , asegurando que la prensa, los detallistas y los diseñadores se reúnan de manera eficiente.”

 

Y ya que estamos en esto de fijarnos allende de la frontera norte, tomemos nota del CFDA (Consejo de Diseñadores Americanos de Moda). Esta asociación reúne a 450 diseñadores americanos de diferentes perfiles. Su misión: Fortalecer  la influencia y el éxito de los Diseñadores Americanos en la economía global. Además apoya causas, da reconocimientos y obtiene fondos para diseñadores incipientes.

 

En el mundo de los diseñadores en México no existe una asociación que reúna a los del oficio para fortalecer la influencia y el éxito de los diseñadores mexicanos en la economía global. Bueno… ni en la economía nacional para no ir más lejos.

 

No me estoy olvidando del Patronato Moda Pro México, creado después del temblor  del 85 a iniciativa de Manuel Méndez para apoyar las costureras y del cual muchas generaciones ni noticia tienen. Tampoco me olvido de la olvidada AMEDIMAC (Asociación Mexicana de Diseñadores de Moda A.C.) que nunca floreció. Me imagino que como esas deben haber surgido y desaparecido varias por ese mismo misterioso mal que aqueja el calendario: no comparto, no te digo, yo aquí solo conmigo mismo. Ser un gremio significa compromiso, lealtad y orden. Los diseñadores en México no son un gremio y quizá por eso no tienen la fuerza ni el reconocimiento que deberían tener.

 

Eso es lo malo. Lo bueno es que las nuevas generaciones de diseñadores, los del siglo 21, ya se están organizando. Lo único que espero es que sean ordenados, se mantengan firmes en sus principios y que las organizaciones, porque son varias las que se están cocinando, se vinculen una con otra en vez de andar jalando cada quien para su lado la muy pequeña cobija del sistema de la moda mexicano. Y desde luego que me avisen con tiempo de sus actividades para incluirlas en el calendario.

 

En vez de preocuparnos por cuando seremos como la moda francesa, o la italiana, o la inglesa, algo poco probable que suceda pronto, deberíamos preocuparnos por ser más profesionales, más eficientes y más como los gringos. Podríamos empezar por el calendario.

 

 

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